Si deposito mi amor y mi confianza en alguien, seguro termina abandonándome”, “Cuando me plantean una necesidad, enseguida debo salir corriendo a satisfacerla”, etcétera. Estos son pensamientos automáticos, emociones que se disparan sin demasiado filtro.
Para que estos reflejos automáticos no arruinen la vida de una persona es necesario seguir estos pasos:
1- Identifica tus patrones mentales. Presta atención a los comportamientos que tiendes a repetir. Pide ayuda a la gente que te conozca, para que ellos definan qué es lo que dices y lo que haces con frecuencia.
2- Busca excepciones a la regla.
Estos esquemas automáticos son rígidos, estereotipados y exagerados, por lo tanto, se convierten en mentiras que esclavizan tu existencia.
3- Aprende a retardar tus reacciones. Aprende a decir “déjame pensarlo”, por ejemplo. No contestes esa llamada o ese correo electrónico en forma instantánea. De esta manera, tomarás distancia y tu tendencia no te llevará a brindar una respuesta enseguida.
4-Construye pensamientos alternativos flexibles y saludables.
En síntesis y como dice el psicólogo:
“identifica tus patrones mentales. Busca excepciones a la regla. Aprende a retardar tus reacciones. Construye pensamientos flexibles. Estás a tiempo.
No estás condenado a repetir tus automatismos. Manos a la obra”.
